sábado, 13 de noviembre de 2010

Prometeo Deportado



"Si el Ecuador es el nombre de una linea imaginaria, los ecuatorianos somos seres imaginarios, es decir no existimos"

Entre los cineastas ecuatorianos que destacan por sus producciones está el guayaquileño Fernando Mieles, graduado de director de la Escuela de Cine y Television en Cuba, premiado en el festival Internacional de Cine Pop 2003 por su guión "Prometeo Deportado".
En el 2010 vio la luz la película y el Ecuador entero está acudiendo a ver el fenómeno. un guión impecable, expectativa, promoción "boca a boca" e identificación. 

En la civilizacion griega, Prometeo  es el titán amigo de los mortales quien roba el fuego a los dioses para dárselo a los humanos. En Ecuador Prometeo es ya la obra de mayor presupuesto y dedicacion realizada en el país. Más de 85 mil personas ya vieron el filme. 


¿Cómo le llegó la idea de la analogía entre Prometeo y el mago de la película? 
Siempre estuvo, así nació. Desde el inicio cuando surgió la idea hubo tres personajes sentados en una hilera de butacas esperando para ser deportados. Eran un escritor, una modelo falsa, y un mago. Ese mago estaba con las manos esposadas y se llamaba Prometeo. Tal vez venga de una sensación: cuando fui deportado no me acuerdo si me esposaron.
Tal vez lo soñé.

Es una película coral sin embargo el personaje del mago sobresale por ser tan generoso, ¿cómo escogió este actor desconocido? 
Yo conocí al Cacho Gallegos hace seis años. Lo vi en una función de un unipersonal que se llama Plush y tuve la sensación que él podría ser Prometeo.
Cuando vino la etapa de preproducción y estábamos en el casting, en 2008, lo llamé. Estaba viviendo en Francia. Desde allá hizo su casting. Era lo que buscaba, una sensación indefinible, una mezcla entre Chaplin, Chespirito, Cantinflas, el Quijote y los hermanos Marx. Todo en uno.

Usted aparece al principio de la película enseñando su pasaporte, ¿era un guiño de ojo a lo que le pasó en 1993 en España? 
En parte. Es el punto de partida, de donde nace todo. Y era necesario para cerrar el viaje y todo el proceso. Pero también habla del oficio de hacer una película, de crear, de encontrar una voz propia y una mirada. Por eso Fernando Mieles no aparece más. Tiene que ver con la relación entre narrador y narratorio, lo que se cuenta y quien lo cuenta y desde qué punto de vista.

Refiriéndose a una de las frases de la película, ¿a usted le duele ser ecuatoriano?
Todo lo que vale la pena es verdadero y se vive con intensidad duele. Es parte de la vida misma. Vivir duele. El amor duele. La creación duele. Pero duele porque uno está vivo y se hace preguntas. Hay que asumirlo. Y es maravilloso.

¿Es importante el tema de la “ecuatorianidad” en su obra? 
En el caso de Prometeo lo ecuatoriano es fundamental. Era algo por lo que se peleó desde el inicio. Primero yo y luego Oderay como productora. Es una historia cien por ciento ecuatoriana.
Siempre fue pensada así. Era un reto y no podría haber sido hecha de otra forma.

¿Dónde filmó la película? 
Integralmente en Guayaquil. Las instalaciones del aeropuerto se rodaron en el Centro de Convenciones Simón Bolívar; los corredores internos y zona en construcción en el Centro Cívico; y toda la sala de espera en un set que se construyó especialmente dentro de un galpón de la Feria de Durán.

Su película costó menos de un millón, con más dinero ¿qué hubiera hecho mejor? 
Prometeo costó lo que tenía que costar. Ahí está todo. Yo tuve todas las mejores condiciones de producción que en ese momento requería. Y toda la libertad creativa. Todo eso es un lujo. En una película no es solo el dinero lo que la hace, son todas las relaciones creativas humanas con producción, el equipo técnico, los actores y todas las personas involucradas y su energía. Así entraron Other Eye films y Corporación El Rosado. Prometeo es lo que es, como es, irrepetible, única, con vida propia.

¿Qué quería provocar con su película? 
Para mí Prometeo es un viaje de autoaceptación y reconciliación con uno mismo. Es el descubrimiento de una mirada, de aprender a verse y ver al otro con honestidad y confianza.

¿Qué tipo de comentarios le gustaría escuchar del público? 
La gente sale de la sala con el rostro cambiado, se acercan a agradecer por haber visto la película.
En la página de Prometeo nos escriben mensajes de agradecimiento por haberla hecho.

Hace poco la televisión mostró ecuatorianos saqueando negocios. En su película hay una escena que recuerda en algo los sucesos recientes del país.
“Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia”. Creo que la sensación no es culpar sino ponerse a pensar qué cosas no han cambiado o si somos nosotros los que nos negamos a cambiar. ¿Por qué una escena que yo escribí hace muchos años y luego filmé se repite en la realidad? ¿Es una cuestión de educación, de forma de ser, de madurez, de autogobierno? Yo solo escribo y dirijo.

¿Cuál es su momento preferido en la elaboración de la película, la escritura, la filmación, la edición…? Disfruto todo, desde la escritura hasta la mezcla sonora. Estoy metido en todas las etapas.
Es ir viendo cómo el sueño se hace realidad y toma cuerpo. Me gusta hacer películas y sentirme libre creativamente.

¿Cuál fue la primera persona en ver su película terminada? 
Yo. Y estaba llorando con la gente del laboratorio de Argentina que estaba emocionada.

Hay actores de teatro en su película, ¿hubo espacio para la improvisación? 
La base es el guión. Los actores confiaron en mí, se entregaron totalmente al punto que aceptaron trabajar sin conocer el final. Solo el equipo técnico conocía el final del guión e hicimos un pacto secreto. Prometeo es una película de confianza, a todo nivel.

Al final de su película un Presidente de la República intenta hacerse respetar en vano y termina cantando el himno nacional. ¿Buscaba que sintiéramos verguenza? 
Es una escena muy fuerte y me encanta. Pero dejo en libertad al espectador con sus sensaciones, emociones e interpretaciones.

¿Qué se le puede desear para el futuro? 
Seguir viviendo y haciendo películas.

2 comentarios:

Freddy Mauricio Sanchez Gaona dijo...

Lo mejor está aquí en nuestro país!!!

Carlos Andres dijo...

ohh!! yeah Baby!!

Publicar un comentario